Preside en Chilpancingo la
titular de la Secretaría de Educación, Silvia Romero, desfile conmemorativo al
102 aniversario del inicio de la Revolución MexicanaChilpancingo, Gro., (Boletín).- En el sector educativo se
tienen metas y fines muy precisos para poner orden y reasumir el liderazgo en
la materia: superar rezagos, vicios e intereses de quienes se aferran a
prácticas añejas y privilegios sin importar la violación a la normatividad,
enfatizó la titular de la Secretaria de Educación Guerrero, Silvia Romero
Suárez, en el desfile conmemorativo al 102 aniversario del inicio de la
Revolución Mexicana, acto al que asistió con la representación del Ejecutivo
estatal.
Agregó que contra las
anteriores inercias luchan todos los días. “No renunciamos por supuesto a los
procesos de evaluación, pues una escuela que no se evalúa, se devalúa. En esa
ruta el gobernador Ángel Aguirre es claro y firmemente persistente: nada al
margen de la ley, nada de soluciones desesperadas”.
Ante la presencia de los
síndicos procuradores de la comuna capitalina, Abelardo Adame y Roberto Torres,
del representante del Poder Legislativo, el diputado Antonio Gaspar, la
funcionaria estatal subrayó que en Guerrero, el gobierno de Ángel Aguirre
Rivero sigue la línea recta exigida por las impostergables carencias del pueblo;
entiende que se tiene mucho qué hacer, por eso lo que se diseña y proyecta, se
hace sólidamente.
La titular de la Secretaría
de Educación Guerrero dijo que la desigualdad, la marginación, la falta de
democracia y las libertades políticas, se convirtieron en un obstáculo que impedía
cristalizar el proyecto de país creado por la guerra de independencia. La
revolución se convirtió así, en otro gran momento fundacional de la Nación
Mexicana.
“Creó un nuevo pacto social
y un nuevo Estado. Estableció un marco institucional y jurídico avanzado,
progresista, con énfasis en la justicia social, laboral y agraria”.
También, dijo, derivó en el
dominio de la Nación de los recursos naturales y que todos los mexicanos
tuvieran acceso a la educación.
Romero Suárez señaló que las
revoluciones pretenden transformar la vida de los pueblos; la nuestra, fue
ejemplar y digna en el devenir de la humanidad; sus ideales y principios se
nutrieron en el alma y pensamiento del pueblo y de la estirpe liberal
republicana.
“Conjuntó las aspiraciones
de obreros, campesinos y una clase media que enarbolaba la consigna democracia
y la no reelección, que penetraba la conciencia popular. Así, unidos artesanos,
intelectuales, estudiantes, periodistas y maestros, iniciaron el cambio social
renovador”.
Destacó que corresponde a
los mexicanos del presente la tarea de impulsar un proceso de revisión que
exige el desarrollo moderno del país, mediante la capacidad técnica y
profesional adquirida en los planteles educativos creados por la revolución.
La titular de la SEG,
resaltó que ello impone a superar las desigualdades y concederles toda su
dignidad a las comunidades indígenas que en su precariedad participan en la
definición y diseño del futuro.
“Se debe buscar un
equilibrio entre la inevitable penetración cultural o comercial y el auténtico
amor a lo nuestro, reforzar el programa alimentario y seguir impulsando a la
educación pública”.
Asimismo, resaltó que con
una educación de calidad se garantiza la promoción de los valores que habrán de
reflejarse en formas adecuadas de convivencia social.
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