*Las reses se sacrifican
en el piso; la carne se cuelga en ganchos oxidados
* Desechos como sangre,
excremento y restos de vísceras se arrojan en el Río San Juan
Alejandro
Guerrero Salgado
Iguala,
Gro.-
En pésimas condiciones de higiene e infraestructura sigue operando el rastro de
Iguala, donde el ganado bovino se sacrifica en el piso y la carne se cuelga de
ganchos oxidados. Además de que sus desechos como sangre, excremento y restos
de vísceras se arrojan a través del drenaje público en el cauce del Río San
Juan.
En visita realizada por
este medio de comunicación a este lugar de sacrificio, un empleado del área confirmó
que hasta el día de hoy ningún gobierno municipal se ha preocupado por hacer
alguna remodelación a estas instalaciones, “son puras promesas”.
Informó que las reses se
siguen sacrificando igual, en el piso y colgándose en ganchos oxidados, esto a
pasar de la clausura y recomendaciones que hizo la Comisión Federal de
Protección Contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) luego de haber clausurado este
lugar de sacrificio el pasado 31 de mayo de 2012, clausura que se levantó el 12
de julio de ese mismo año (42 días después) bajo el compromiso de autoridades,
tablajeros e introductores de ganado en mejorar las instalaciones de este lugar
de sacrificio, hacer el sacrificio aéreo, colocar ganchos inoxidables, impedir
la introducción de carne contaminada con Clembuterol y otras enfermedades, así
como colocar una cámara frigorífica para mantener la carne en óptimas
condiciones, este último punto tampoco se cumplió en el gobierno anterior.
En un recorrido por este
lugar, se observó que los ganchos en los que se cuelga la carne de res están
completamente oxidados. Asimismo el ganado se sigue sacrificando “a la antigua”
en el piso, con la única actualización que el ganado antes de ser degollado es
insensibilizado con una pistola.
Se informó que ninguna de
las recomendaciones que hizo la Cofepris el año anterior se acató y el método
de sacrificio del ganado se sigue realizando con las mínimas condiciones de
higiene.
El trabajador del lugar
confirmó que personal de Sagarpa diariamente saca muestras de orina y sangre de
las reses sacrificadas para detectar clembuterol u otras enfermedades del
ganado, lo cual hasta el momento no han dado positivas.
Dio a conocer que los
fines de semana son sacrificadas un promedio de 28 a 30 reses, en tanto que
entre semana sólo se llegan a sacrificar 17 o 18 cabezas de ganado. En el caso
del área de sacrificio de puercos, en el que no se detectaron irregularidades
por el Cofepris, se informó que al día se sacrifican un promedio de 120 cerdos.
Estos también son supervisados para evitar la presencia de cisticercosis.
“No se le hizo nada, nada (al
rastro), ninguna remodelación ni dada, incluso está peor que antes porque
incluso fueron quitadas las mangas” (canales o rejas) por donde se saca el
ganado que será sacrificado.
También se confirmó que
todo el desecho que sale del drenaje del rastro como sangre, estiércol, vísceras
y más van a dar directamente al Río San Juan.
Esta situación fue
confirmada por este medio de comunicación al corroborar que el drenaje del
rastro desemboca directamente al cauce del Río San Juan, a la altura del puente
de la Avenida Hidalgo, ubicado a escasos 300 metros del rastro y a unas cinco
cuadras del centro de la ciudad. Ahí en ese punto del arroyo se observan los
“hilos” de sangre que escurren sobre el cauce del agua, así como restos de
tripas, vísceras y excremento del ganado sacrificado.
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